QUEREMOS RENOVABLE, Y QUEREMOS SOSTENIBLE
Uno de los principios en los que se fundamentan los fabricantes de detergentes ecológicos es que las materias primas sean renovables dentro de lo posible, y explotadas de forma sostenible. Por esto los surfactantes se obtienen de aceites vegetales (principalmente de palma), que son renovables, pero en general no se explotan sosteniblemente.
El aceite de palma, por ejemplo, se obtiene mayoritariamente de plantaciones en países tropicales, que a menudo se instalan en áreas deforestadas para tal fin, y entran en conflicto con los anteriores usuarios locales del área y de sus servicios. La Round Table on Sustainable Palm Oil (RSPO) es una iniciativa internacional que supuestamente vela por la sostenibilidad de esas plantaciones, pero en realidad se está convirtiendo en un instrumento de lavado verde de imagen. El World Wildlife Fund, miembro fundador de la RSPO, declaró el pasado abril que los criterios de sostenibilidad son poco claros e insuficientes; por ejemplo, no se prohíbe poner plantaciones en parques naturales, ni se limita el uso de ciertos pesticidas tóxicos. Greenpeace considera que si los criterios no son más estrictos es porque los explotadores de plantaciones sencillamente no quieren dejar de deforestar.