La verdad es que nuestro modelo económico está basado en el crecimiento permanente del PIB, que está íntimamente ligado al aumento permanente de la demanda y por tanto del consumo. Por tanto, si reducimos el consumo de manera masiva sin cambiar nada más, socialmente sería un desastre. De hecho, se da la triste paradoja de que a veces consumir menos es la forma en la que los indicadores medioambientales pueden mejorar, como reflexiono en este
artículo publicado en el blog Alterconsumismo de El País.Nos surgen tres reflexiones. Por un lado, un modelo con estos cimientos tiene un horizonte negro, porque el crecimiento ilimitado no existe en un planeta finito. Por tanto, cuanto antes nos enfrentemos a este reto mejor, porque cuanto más tardemos más difícil y doloroso será el proceso de transición para sobrevivir.
La pregunta del millón, pues, se traslada a la de cómo tiene que hacerse ese proceso para que sea viable y justo.Por otro lado, y como dicen los defensores del decrecimiento, no se trata tanto de decrecer en todo, sino de crecer de una forma distinta;
se puede crecer y generar empleo de otras maneras. Utilicemos un ejemplo concreto: no es lo mismo si gastamos 400€ de nuestro gasto de ocio en un viaje en avión low cost que si los gastamos en masajes y clases de voleibol. Aun gastando el mismo dinero, la segunda opción genera más empleo y además causa mucho menos impacto ambiental y uso de recursos. De igual manera, si la rehabilitación de viviendas, las energías renovables, la agricultura ecológica, la educación, la sanidad..., que son sectores que crean mucho empleo, aumentaran su peso en nuestra economía, podemos imaginar sociedades más sostenibles sin desempleo masivo. En esta línea va la investigación que dirige Tim Jackson, y nos lo contó en esta
entrevista.
Por último, en una sociedad altamente mecanizada, mantener pleno empleo para jornadas de 40 horas parece un sinsentido; ya en nuestro primer número, hace más de una década, publicamos este
artículo. El reparto del empleo y las jornadas más cortas, como nos explicaba Florent Marcellesi en esta
entrevista, pueden formar parte del cambio estructural necesario.
Comentarios
Siempre he pensado en la
by Fernando - 17 Jul 2012 - 19:35
Siempre he pensado en la fuerza que tiene el consumidor, sin él darse cuenta de ello. Con ello se podría transformar el mundo. Sin embargo, que el consumidor como tal de cuenta de ello es muy difícil. La razón, a mi entender, es que está influenciado por los medios. Tanto es así que vemos como todos los días personas hacen colas para comprar artículos y productos, que por ser más baratos, luego provocan que sus propias empresas y negocios no sean capaces de subsistir, y en consecuencia quedándose en el paro.
Si utilizáramos racionalmente nuestro poder de compra, ahorro, etc., de forma lógica, sostenible, equitativa, justa, comenzaríamos a modificar socialmente hábitos y empezaríamos a pensar diferente.
La cuestión es cambiar nuestra conducta empezando por pensar en lo que hacemos y como lo hacemos.
Me gusta la propuesta que plantea el CRIC aunque sea díficil de llevar a cabo, pero es importante. Suscribo lo leído hace un momento: si cada día alguno más nos vamos incorporando ...........
Gracias por luchar y conservar la conciencia
¡¡Buenísima vuestra reflexión
by Opción bio - 22 Jun 2012 - 13:22
¡¡Buenísima vuestra reflexión sobre la relación entre consumo y transformación social!! Por nuestra parte pensamos que quizá sea una pregunta sin respuesta general, sino que cada persona la experimenta de una manera diferente: hay gente que "despierta" y comienza a realizar un consumo consciente y responsable independientemente de la situación socio-económica en la que viva, pero otras personas necesitan el empujón de un terreno social apropiado para lograr dar ese salto...en cualquier caso el consumo consciente y transformador se está convirtiendo en una realidad a la que se une cada vez más gente...para cualquier camino, por largo que sea hay que comenzar con un sólo paso...¡Saludos!
Felicidades por este
by Diana - 6 Oct 2011 - 23:47
Felicidades por este asombroso proyecto, lo he descubierto apenas leyendo el libro de Toni Lodeiro y estoy fascinada, soy ecologista y siempre trato de hacer mi consumo lo más responsable posible, con todo esto me he ayudado mucho a motivarme y seguir mejorando hábitos.
Es increíble cómo hay gente que no tiene la menor idea de cómo afectan sus hábitos diarios. Y están tan ocupados siguiendo las modas. Ocasionalmente doy pláticas sobre esto y muchas veces me desanimo de ver lo mucho que falta, pero otras veces cuando veo un pequeño cambio en una persona es muy reconfortante. Ustedes han hecho una labor enorme, ¡felicidades, sigan así, me han ayudado a motivarme!!
Soy de México, les envío mis más coridales saludos y agradecimientos.
yo veo claro que el consumo
by Invitado - 22 Mar 2011 - 17:12
yo veo claro que el consumo es intrínseco a nuestra vida y la forma de hacerlo a nuestra forma de vivirla. echando una ojeada a la web y leyendo esto mientras devoraba literalmente un bocata de lomo con queso y patatas fritas de un supermenú de 5,95, me he parado en seco a mirar cómo comía y me he dado cuenta de que en muchas cosas mi ritmo de consumo es completamente acelerado, impulsado por una ansiedad extraña no identificada. y me da que no es que sea ansiedad si no un ritmo adquirido a lo largo de toda mi vida. siempre que me sentaba a la mesa a comer la principal y única premisa era: "cuánto más rápido, más y cuánto más mejor". y así con todo, o "cuanto más barato, más y cuanto más mejor". y he te aquí mi consumo irrefrenable e histérico y supongo (aún no tengo mucha conciencia) abrasivo y destructivo.
pero vamos, que seguro que si como más despacio y compro unos guantes un poco más caros seguro que ni me los tengo que comprar al día siguiente de nuevo ni me voy a morir por cambiar el fondo de armario cada poco tiempo más...
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