12/05/2014 - 10:38
Este artículo es un adelanto de contenidos del número 46 de la revista. En concreto, es la introducción del Cuaderno central que hemos dedicado todo el fenómeno de los circuitos cortos de comercialización de alimentos y la cuestión del consumo de productos locales que muchas veces lleva asociado. Esperemos que lo disfrutéis:
La temática en que hemos centrado este Cuaderno no es baladí. No se trata sólo de hablar de la simpatía que nos puede despertar "esta familia de campesinos que siempre tiene un puesto en el mercado". Se trata de conocer un tipo de comercialización de alimentos que no sólo movimientos sociales "alternativos", sino una parte representativa del campesinado, y también instituciones políticas de todos los niveles, consideran una alternativa prometedora; por un lado, para facilitar que los agricultores puedan vivir de su trabajo, y por lo tanto que el mundo rural se mantenga vivo y el sector productivo agrario –fundamento de toda la alimentación– se fortalezca, construyendo economías locales sólidas; y, por otro lado, para dar más peso a la localidad y a la sostenibilidad ambiental en todo el sistema de provisión de alimentos.
Se trata de los circuitos cortos de comercialización: vender directamente, o con la ayuda de un intermediario, sobre todo productos locales. Es decir, es un sistema de abastecimiento de alimentos de un alcance más limitado que el habitual, en el que hay una red de distribución mayorista. La fórmula se está extendiendo, y ya ha llegado a oídos de todos. ¿Quién no ha visto en una tienda o en anuncios publicitarios reclamos como productos de proximidad, sin intermediarios, Km 0, alimentos de la tierra...? La palabra proximidad es bien recibida por sí misma; nos evoca compañía, cobijo, pertenencia... Los circuitos cortos nos proporcionan éstas y otras confortaciones.
A los agricultores y ganaderos les reconfortará vivir de su trabajo sin la angustia de hasta cuánto bajará "el mercado" el precio que me pagan, mientras el precio del gasóleo va subiendo, o de si el año que viene se cortarán las subvenciones europeas a mi cultivo. El año 2012 habían abandonado su trabajo un 16% de los campesinos que había en 2000, y un 28% de los que quedaban estaban en el paro (cuando el paro general era del 25%). La renta agraria real –es decir el poder adquisitivo del campesinado– estaba un 20% por debajo de la del año 1990.1 El Comisario europeo de Agricultura ha dicho: Siempre que hablo con agricultores que tienen experiencia en venta directa o en cadenas cortas de suministro, me suelen decir lo mismo: esta actividad quizás me aporta una pequeña parte de mis ingresos, pero aun así es una parte vital para la rentabilidad de la finca, y a menudo para su viabilidad.2 Una de las acciones que prevé llevar a cabo la UE en el marco de la reforma de la Política Agrícola Común es potenciar el desarrollo de la venta directa y promover la reducción de distancias, cosa que es provechosa para los ingresos de los campesinos y también interesa a los consumidores.3
A muchos nos reconfortará comprar productos de nuestra tierra y a nuestros vecinos, y sin temer por los residuos de pesticidas que contengan. Y degustar tomates buenos de verdad. El campesinado que utilice la vía de los circuitos cortos tendrá más libertad para escoger qué variedades o razas cultiva o cría –por ejemplo podrá introducir las más adaptadas a su región–, podrá aplicar métodos de cultivo –ecológico, permacultura...– que no estén condicionados por volúmenes o plazos estrictos de entrega del producto...
A muchos nos reconfortará elegir opciones de consumo que reduzcan el transporte, la comida que se tira, los embalajes, los residuos.
Y, además, estableceremos una relación directa entre productores y consumidores, creando vínculos de confianza y construyendo comunidad.
Uno de los principales sindicatos agrarios le da una importancia relevante: Para conseguir un futuro desarrollo equilibrado y equitativo será imprescindible devolver al sector agrario su valor estratégico y exigir no sólo su sostenibilidad productiva y medioambiental, sino también social. [...] Para lograr esta meta será fundamental que la normativa vigente promocione y proteja la producción, transformación y comercialización a pequeña escala, haciendo rentable la agricultura familiar. En particular se deben potenciar nuevos vínculos directos entre la producción y el consumo, [...] que permitan la transformación local de la dinámica actual.4
Una frase que resume la motivación general que hay detrás de los circuitos cortos: [perseguir] procesos y productos que parten de la necesidad de potenciar modelos productivos y alimentarios alternativos que buscan un desarrollo local sostenible, están integrados en el territorio desde el punto de vista ambiental, económico y social, y mantienen la diversidad biológica, cultural y alimentaria aunque no sean tradicionales.5 Tiene mucho que ver con el concepto de soberanía alimentaria.
¿Nos animamos a darle alas?
[EL CONTENIDO COMPLETO ESTARÁ DISPONIBLE SOLAMENTE PARA SUSCRIPTORES]
--
Referencias:
1. COAG - Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos: Anuario Agrario 2013.
2. D. Cioloș: discurso de apertura en la conferencia Agricultura local y cadenas cortas de suministro de alimentos en Bruselas, mayo 2012.
3. ec.europa.eu/agriculture/cap-post-2013/legal-proposals/index_en.htm.
4. COAG: Oportunidades de Cambio, tríptico divulgativo de ARCo – Agricultura de Responsabilidad Compartida.
5. R. Binimelis y C.-A. Descombes: Comercialització en circuits curts. Identificació i tipologia, Escola Agrària de Manresa y Verloc 2010.
Enviar un comentario nuevo