11/10/2016 - 16:38
Por Ruben Suriñach.
Ilustraciones de Marc Torrent (Marcus).
Seguimos presentando secciones y artículos de la nueva Opcions Revista. Esta vez hablamos de Economías, en plural, sección en la que en cada número de la revista os explicaremos iniciativas, novedades, proyectos, etc. que nos inspiren en cada una de las tipologías de economías que os explicamos a continuación. Empezamos compartiendo la introducción de esta sección. El resto ya lo encontraréis en la revista impresa y en la nueva web.
Eso de la economía... ¿qué era?
Cuando una explosión de dinamita perfora una montaña para poder hallar vetas de minerales superconductores. Cuando una persona hace malabarismos con su tiempo para llegar puntual a recoger los niños al colegio. Cuando un grupo de amigas se encuentran un sábado para hacer una sesión de intercambio de ropa. Cuando alguien escribe una reseña sobre un restaurante en una app para que el resto de personas la tengan en cuenta. Cuando el Estado decide recortar los incentivos a las energías renovables. Cuando… Si aceptamos una definición de la economía que englobe todas las formas organizativas, actuaciones y actitudes que nos permiten como individuos y sociedades satisfacer nuestras necesidades (y hacerlo de manera perdurable en el tiempo), entonces todas las «situaciones» anteriores entran en el reino de la economía. Algunas son más evidentes y otras lo son menos, pero al fin y al cabo todas lo son. Rompamos, entonces, con la idea preeminente que de economía solo hay una y pasemos a hablar de economías en plural.
Las maneras en que se resuelven necesidades son tantas y tan diversas que asociar el progreso y el cumplimiento económico a indicadores tan reduccionistas como el PIB o la creación de empleo se convierte en un error. Por un lado, hay economías que no se suelen medir pero que son la base del sostenimiento de necesidades: son las economías de vida, que engloban las capacidades y los recursos que nos proporcionan tanto los sistemas naturales como el ámbito doméstico y comunitario. Sin los recursos naturales y sin las tareas de cuidado y apoyo de la familia y la comunidad, no podría funcionar la economía pública ni mercantil.
Por otro lado, encontramos la economía productiva, entendida como aquel conjunto de actividades organizadas y desplegables sobre todo partiendo de la circulación de dinero, el trabajo remunerado y el consumo dinerario. La economía productiva se puede dividir en tres: la economía pública, como conjunto de actividades e iniciativas económicas promovidas desde la administración pública; la economía mercantil, correspondiente a las experiencias promovidas desde la economía de mercado tradicional, y las economías sociales, que incluyen el conjunto de actividades e iniciativas que sitúan a las personas como eje central, y se diferencian claramente del marco dominante de economía de mercado competitiva y con afán de lucro.
Las cuatro economías mencionadas (las economías de la vida, la pública, la mercantil y las sociales) cuentan con iniciativas concretas que tienen una contribución valiosa para paliar o prevenir los efectos negativos de la economía actual. Experiencias que permiten construir una economía positiva, que pone las necesidades de las personas y de la naturaleza en el centro, por encima del afán de lucro y del interés individual. Desde Opcions queremos hacer visibles las caras ocultas de la economía en un Cuadrilátero, una sección que se convierte en un espacio en el que las Economías, en plural, se encuentran, se contraponen, se complementan y van cogiendo forma número tras número, temática tras temática. Estas economías las expondremos a continuación y a partir de ahora las analizaremos con ejemplos, entrevistas, artículos en profundidad y novedades de cada una de ellas.
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