06/12/2013 - 0:09
El turismo es uno de los factores que más transforman la economía de un país, su paisaje y sus costumbres. Las transformaciones son especialmente profundas en los países o regiones en los que el turismo irrumpe bruscamente: zonas donde no hay una economía fuerte y diversificada, con niveles de renta bajos, y que cuentan con recursos muy apetitosos para la industria turística (naturaleza virgen, principalmente). Algo que se da en muchos lugares, también en países del Norte y Sur Mediterráneo.
Se trata de un modelo de crecimiento que está afectando ya a la propia industria turística: un informe de la patronal española Exceltur muestra que el desarrollo urbanístico es devastador para el turismo, ya que destruye los valores del territorio y fomenta una masificación sin precedentes.
EL TURISMO Y LA ECONOMÍA
Hoy, en muchas partes del planeta y en particular en algunos países del Mediterráneo (España, Italia, Grecia…), el turismo es uno de los recursos más socorridos cuando se quiere generar actividad económica. Ya no sólo en zonas poco pobladas o con pocas opciones alternativas; también en ciudades de todos los tamaños, en zonas sin mucho atractivo paisajístico.... Por todas partes se echa mano de esta “salida fácil” para ganarse la vida. ¿Por qué esta actividad y no otra?
El turismo se considera un eficiente motor del desarrollo económico porque impulsa el resto de actividades productivas (más consumidores), al tener interés turístico una zona todos sus recursos cobran más valor, entran divisas, y requiere bastante mano de obra.
Algunos puntos negativos de este desarrollo económico serían:
• El empleo que genera es mayoritariamente estacional (aunque cada vez menos), poco cualificado y muy precario. En la Unión Europea, los sueldos en el sector turístico son un 20% inferiores a los de otros sectores (1) En República Dominicana, un país con salarios bajos en general, los del turismo son un 16% inferiores a la media (2). En las Islas Baleares el 90% de los contratos son precarios (3).
• El turismo puede pesar más que las realidades locales a la hora de priorizar necesidades sociales. Según un estudio, en los municipios turísticos españoles se tiende a invertir más en seguridad y limpieza y menos en educación y sanidad (4).
• El suelo, el agua, los alimentos, los bienes en general suben de precio.
• Bienes públicos y medios de vida tradicionales pueden ser ofrecidos a los turistas y ser negados a los lugareños. En la comarca catalana del Penedès los agricultores jóvenes tienen problemas para arrendar tierras porque los mayores, al ver que el suelo se revaloriza por el turismo residencial, no venden ni arriendan esperando que recalifiquen sus tierras y les puedan sacar mejor partido (5).Los 24 campos de golf que hay en República Dominicana requieren el doble de agua que toda la industria nacional.13 En la isla hondureña de Roatán se han protegido varias zonas naturales, restringiendo en ellas la caza y la pesca, para atraer a los turistas. Dejaré de cazar iguanas cuando ellos dejen de dragar para hacer nuevas marinas y hoteles y de pescar [langostinos] hasta la extinción, dice un pescador local (6).
• Si la apuesta por el turismo es importante se corren los riesgos derivados de toda dependencia: estar a merced de fluctuaciones de precios y de vaivenes en el sector, en el que se da una competencia creciente entre zonas de destino. En las Islas Canarias (España) el turismo genera un 80% del PIB y un 75% de los puestos de trabajo (7).
• En el turismo del Norte hacia el Sur, se genera mucho más dinero en los países de origen que en los de destino. Según estimaciones del Banco Mundial, el 55% de los beneficios del turismo vuelven a países del Norte y las élites locales se llevan otro 45%. Por otra parte, las empresas turísticas están muy presentes en otro tipo de paraísos, los fiscales; Sol Meliá tiene participaciones en 22 empresas con sede en algún paraíso fiscal.
EL TURISMO Y NOSOTROS
El turismo nos permite conocer culturas o realidades diferentes, pero ocurre que son cada vez menos “diferentes” por la homogeneización que se da en todas partes (mismas cadenas de restaurantes y cafés, tiendas, forma de vestir, parques temáticos, etc.). De hecho el turismo a menudo funciona como un rompehielos que abre el camino para la invasión de la cultura occidental sobre otras culturas.
Uno de los impactos más ilustrativos del turismo sobre la sociedad anfitriona es la tendencia a acelerar cambios que despojan de su significado a los elementos culturales propios, para dejarlos sólo en su “apariencia”, que es tratada como una mercancía más. En Kenya es común que etnias autóctonas representen danzas y rituales como atracción para los turistas, fuera de su contexto cultural. Un contacto fugaz y eminentemente comercial entre personas de culturas diferentes no nos aporta conocimiento mutuo sino creación de estereotipos; como el botijo, al que por cierto se barniza para que sea más atractivo, perdiendo así su propiedad de mantener fresca el agua.
EL TURISMO Y NUESTROS LUGARES
Curiosamente, uno de los factores que favorece la llegada del turismo a una zona, el paisaje, es de los que más se deteriora tras esa llegada. Todos sabemos que el turismo es especialmente violento con nuestros entornos: el gigantesco impacto ambiental del transporte, la urbanización o degradación de zonas naturales (de lo que muchos puntos del litoral mediterráneo son un magnífico ejemplo), la transformación de las ciudades, etc. La Vall Fosca es uno de los últimos valles casi-vírgenes del Pirineo Catalán. Espui, uno de sus pequeños núcleos con apenas un centenar de habitantes, está siendo engullido por el Vallfosca Resort Ski&Golf: casi 1.000 nuevas viviendas, hoteles y apartamentos (7.400 camas en total), un campo de golf y pistas de esquí (8); el primer complejo de turismo de alta montaña que funcionará los 365 días del año. De momento se está construyendo el campo de golf (9). Gracias a las políticas de incentivos fiscales de muchos países los hoteles recuperan sus inversiones en menos de cinco años, por lo que no tienen motivo para incorporar a su proceso de toma de decisiones los impactos a largo plazo.
En unas vacaciones de 15 días a Chipre desde Londres, una persona consume la mitad de los recursos naturales que, si su actividad fuera sostenible, tardaría todo un año en gastar (10).
TRANSPORTE
El desplazamiento hasta el punto de destino es responsable de buena parte de los impactos ambientales de un viaje. Además de las infraestructuras, tenemos:
Injustamente repartido Una hora de vuelo genera más emisiones de CO2 por pasajero que las que genera un habitante de Bangladesh en todo un año (11). El 20% de la población mundial utiliza el 60% de la energía que se gasta en transporte (12).
Avión y coche, más de lo peor En la Unión Europea en el año 2006 el 74% de los desplazamientos de pasajeros se hicieron en coche, el 9% en avión y el 14% (13) en transportes públicos terrestres (autobús y tren). Éstos últimos consumen 3 veces menos de energía por pasajero que el coche y 6 veces menos que el avión (14). Por la zona de la atmósfera donde libera el CO2, el avión causa un efecto invernadero entre 2 y 5 veces mayor que si lo liberara al nivel del suelo.
Privilegios del avión En España el transporte aéreo es el que más rápidamente crece: un 53% entre 1991 y 2001 (15). No es de extrañar, con los precios que corren, pero, ¿cómo son posibles estos precios?
Pues gracias a que el avión está muy subvencionado, por ser un “sector estratégico”: tienes que ponérselo fácil a la movilidad para no quedarte fuera de la rueda del desarrollo. Los billetes no pagan IVA, el queroseno no paga impuestos (serían unos 90 € por un viaje Mallorca-Londres), y la empresa AENA es pública (es decir, es el Estado quien paga los sueldos por ejemplo de los controladores aéreos). Los países firmantes del Protocolo de Kyoto tienen que contabilizar todas sus emisiones de CO², pero no las de los trayectos en avión, que están exentos.
Lo que gastamos en transporte En dinero cada vez nos sale más barato, pero en energía nos sale carísimo. Un vuelo de ida y vuelta a Buenos Aires equivale a recorrer 10.000 km en coche o a ir en autobús al trabajo durante tres años, y eso sin tener en cuenta que las emisiones arriba en la atmósfera acentúan más el cambio climático.
Algunas webs donde podemos tomar consciencia del gasto energético de las distintas formas de desplazarnos (en inglés): www.chooseclimate.org (da muchos datos y muy ilustrativos), www.sustravel.com.Incluso la Organización Mundial del Turismo recomienda que los viajes transoceánicos duren 3 o 4 semanas, y que hagamos los viajes por Europa en tren (16).
ALOJAMIENTO
El otro gran impacto ambiental del turismo, sobre todo por el hecho de que está muy ligado a la construcción inmobiliaria.
Hoteles Son en general grandes derrochadores de recursos, sobre todo agua y energía. En promedio, los hoteles del Caribe consumen por persona entre 3 y 4 veces más energía que un hogar medio español y más de 9 veces el agua que consume un español (17).
Segunda residencia El sector inmobiliario y el turístico se alimentan recíprocamente para agrandar el parque de segundas residencias; se estima que en España hay unos 3'6 millones, de las cuales casi la mitad pertenecen a extranjeros (18). Es el alojamiento escogido por un 20% de los turistas extranjeros y un 65% de los interiores; de éstos la mitad son los propietarios de la casa, la otra mitad van a casas de amigos o familiares (19).
La segunda residencia tiene que ver con una infrautilización de las viviendas, con la expansión de las zonas urbanizadas y con el aumento de los precios de las viviendas en general. En España se construyen en un año más viviendas que en el Reino Unido, Francia y Alemania juntas, que tienen el cuádruplo de habitantes; el Estado Español tiene el mayor índice de vivienda vacía de Europa.30
(1) Organización Internacional del Trabajo.
(2) ONU: Informe Nacional Desarollo Humano República Dominicana 2005.
(3) Diario de Ibiza, 27 de noviembre del 2004.
(4) A. Costa: Análisis de los efectos del turismo sobre los gastos públicos locales: aplicación al caso de los municipios españoles. VII Encuentro de Economía Aplicada, Vigo 2004.
(5) Diario El País, 23 de marzo del 2007.
(6)Susan C . Stonich: Political ecology of tourism. Revista Annals of Tourism Research vol. 25 n. 1, enero 1998.
(7) Instituto Nacional de Estadística.
(8) Diario La Mañana, 22 de mayo del 2006.
(9) Oposición al proyecto: Plataforma Vall Fosca Activa, susanna@dtec.es.
(10)World Wildlife Fund: Holiday footprinting. Marzo 2002. Disponible a www.wwf.org.uk/researcher/issues/footprint/0000000261.asp#global.
(11) Grupo de Trabajo para un Desarrollo Sostenible del Turismo: ¿Tarjeta roja al turismo? Editado por los autores, 2002. Disponible a www.sodepaz.org/turismosolidario.
(12) Revista Pimiento Verde, primavera 2006.
(13) Eurostat: Panorama of the European Union 2006.
(14) Ver la sección Herramienta del núm. 10 d’Opcions.
(15) Eurostat: Panorama of transport - Statistical overview of transport in the EU.
(16) Diario La Vanguardia, 19 de febrero del 2007.
(17) Elaboración propia a partir de los datos del Informe Nacional Desarrollo Humano 2005 de la ONU.
(18) ONU.
29 Datos facilitados durante el IV Salón de Turismo Residencial de Marbella por su presidente.
(19) La vivienda en España. Diario ElPaís, 2 de noviembre del 2005.
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