24/02/2015 - 11:43
Os ofrecemos una entrevista que hemos hecho a Som Energia para que nos explique cómo de injusta es una de las normativas que ha aprobado recientemente el gobierno español y que ha obligado la cooperativa a subir sus tarifas de manera urgente, sin poder esperarse a la revisión anual de tarifas que se hace a la Asamblea de Socios, que se celebrará el verano.
Como seguramente sabéis los subscriptores de Opciones y los internautas que visitáis nuestra web, Som Energia es una cooperativa que produce y comercializa electricidad generada exclusivamente a partir de fuentes renovables. A lo largo de su vida sus tarifas eléctricas han sido de las más económicas dentro del mercado libre de la electricidad.
Aquí podéis ver cómo explica Som Energia los motivos para el cambio, que aun así ha sido muy ligero (0,00456 €/kWh, es decir de un 3,5% sobre el precio anterior, en el caso de la tarifa 2.0A, la que pagan la inmensa mayoría de los domicilios). Uno de los cambios normativos es sobre el coste del que se denomina servicio de interrumpibilidad, que consiste en un compromiso por parte de las empresas que son grandes consumidoras de electricidad (siderurgia, cementeras, gran industria química, etc.) de parar su producción en caso de que en momentos puntuales no haya suficiente producción de electricidad para cubrir la demanda. A cambio de este compromiso reciben una contraprestación económica, que pagamos los ciudadanos a través de los recibos de la luz. Tanto el cambio normativo como el servicio mismo nos han parecido muy injustos, y hemos pedido a Som Energia que nos explicara si es así.
¿Como se pagaba hasta ahora la contraprestación por el servicio de interrumpibilidad?
Lo pagaba el usuario, dentro del concepto denominado “peajes” que todos podemos ver a nuestro recibo, y que tiene un precio regulado por el gobierno. A principios de año el gobierno ha decidido que el servicio de interrumpibilidad vaya con cargo a la parte “variable” del coste de la energía (es decir, el importe por energía consumida, que cobran las comercializadoras), sin que esto suponga modificar a la baja los costes regulados, es decir: el precio del peaje sigue siendo el mismo.
¿Es técnicamente razonable que exista el servicio de interrumpibilidad?
En un escenario en qué la potencia total instalada al sistema fuera similar a la demanda, entenderíamos necesario este servicio. Pero no es el caso: la potencia instalada supera en más del doble el máximo de potencia que el conjunto del país ha demandado nunca. La potencia máxima demandada (y por lo tanto producida en un momento dado) por el conjunto del sistema tuvo su máximo histórico en 2007, en el periodo pre-crisis, y llegó a 45.450 MW, mientras que el total de potencia instalada actualmente es de 107.000 MW. La capacidad del sistema está parada o infrautilizada en más de un 50%.
Dices que parte de la capacidad está parada, es decir, que hay centrales que no siempre están funcionando. Como por ejemplo los aerogeneradores de una zona donde no haga viento. ¿Qué tipos de centrales están normalmente paradas? ¿Se podrían poner en marcha, en los momentos en los que se demande más potencia?
Las centrales que no paran nunca son las nucleares. En el otro extremo tenemos por ejemplo diversas centrales de ciclo combinado (hubo un boom de instalación de estas centrales a principios de la década pasada), que funcionan unas 1.000 horas anuales y podrían funcionar 6.000. También están paradas algunas centrales de fueloil y carbón. Todas estas centrales se pueden poner en marcha muy deprisa, es casi como poner en marcha un coche. De forma que, cuando se prevea un momento de gran demanda, podrían estar generando en aproximadamente una hora.
Y socialmente, ¿es justo el servicio de interrumpibilidad? ¿O se puede considerar una "prebenda" para las grandes empresas consumidoras?
Por servicio entendemos la acción de servir o de ser util a alguien o a algún uso. Nosotros nos preguntamos: ¿a quién sirve, la interrumpibilidad? En un escenario donde hay tanta sobrecapacitad de producción, ¿qué sentido tiene compensar la gran industria por disponer de su potencia? La interrumpibilidad supone a la práctica una subvención encubierta a un sector industrial muy concreto que ve, a través de la factura eléctrica, un impacto importante en su cuenta de resultados. Pagamos una de las facturas de energía más caras de Europa. La interrumpibilidad puede ser considerada una ayuda del Estado (de los ciudadanos) para impedir deslocalizaciones de grandes empresas para de abaratar costes, que es el chantaje con el cual estas empresas amenazarían en caso de no recibir esta compensación, según reconocía el ministro Soria en esta entrevista (a partir del minuto 31:21).
¿Cuántas veces han tenido que parar su actividad las grandes emprendidas consumidoras, por carencia de producción de electricidad, en los últimos 30 años?
Según la revista Energías Renovables, el director del Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía declaró que REE (Red Eléctrica Española, la empresa responsable de la operación del sistema eléctrico) les pidió interrumpir la producción por última vez en 2009. No sabemos por qué motivo, puesto que en aquel momento la potencia instalada ya era muy superior a la demandada. En el sistema eléctrico hay mucha opacidad.
¿Cuánto dinero han recibido estas empresas grandes consumidoras como contraprestación durante los últimos años?
Desde el 2008 se han pagado más de 2.700 millones de euros por el servicio de interrumpibilidad.
¿A día de hoy, sabéis de alguna otra comercializadora que ya haya cambiado la tarifa a raíz de los cambios legislativos que os lo han hecho cambiar a vosotros?
Hay alguna que sí, otras todavía lo tienen por hacer... a no ser que el margen comercial que tienen les permita no repercutir estos cambios en las tarifas.
¿Cuáles son las 5 decisiones del gobierno español que consideráis más inapropiadas, ya sea desde el punto de vista de la sostenibilidad o de la equidad, en los últimos cinco años?
1 . Los cambios retroactivos a la retribución a las energías renovables. Aun cuando la legislación que se impulsó era una copia mal hecha inspirada en la alemana, la moratoria y la eliminación de las tarifas han sido un cambio de las reglas del juego a medio plazo que ha supuesto, por una parte, cortar las alas a la generación distribuida o descentralizada, que es una de las características que parecen básicas en un futuro sistema energético sostenible. Y por otra parte ha puesto en peligro muchos pequeños productores, puesto que no pueden hacer frente a los gastos por conservar sus instalaciones.
2 . Aplicar un impuesto a la generación de energía de manera indiscriminada, porque no tiene en cuenta si la generación es renovable o fósil, como si todas tuvieran las mismas implicaciones sobre el medio, las personas o la eficiencia. Actualmente este impuesto es del 7% sobre los ingresos por la venta de energía.
3 . Aumentar el peso de la parte fija de la factura eléctrica (la correspondiente a la potencia). Esta medida va en contra de la eficiencia energética de los hogares y empresas, puesto que consumir más o menos electricidad no afecta tanto en el importe final de la factura, y de este modo se desincentivan las medidas de ahorro y eficiencia (iluminación eficiente, apagados, autoproducción, etc.). Además, España votó en contra de la Directiva europea de eficiencia energética, que pretende reducir el derroche de energía.
4 . Ausencia de una regulación sobre el Balance Limpio o una apuesta clara por la autoproducción y la generación distribuida. La carencia de una regulación adecuada frena que la ciudadanía participe en la construcción de un modelo más eficiente, renovable y distribuido.
5 . La última Ley del Sector Eléctrico (Ley 24/2013), que se basa estrictamente en la sostenibilidad económica y financiera del sistema. Parte de la discutible existencia de un déficit de tarifa, es decir, de una supuesta deuda que hemos acumulado con las grandes compañías eléctricas, sin antes haber hecho una auditoría adecuada que explique si los costes reconocidos durante los últimos años se ajustan a la realidad. Es una nueva regulación que no quiere solucionar el problema de cuajo, que sigue sin construir un modelo viable basado en la eficiencia y no como el actual, basado en un aumento constante del uso de energía.
¿Y cuáles serían las 5 decisiones que consideráis más acertadas?
Sólo destacaríamos cuatro:
1 . Inicio tímido de una mayor información a las personas sobre la existencia de alternativas a las grandes empresas energéticas. Por ejemplo, se ha creado un comparador on line del coste anual del consumo eléctrico según las tarifas de las diferentes comercializadoras existentes.
2 . Eliminar la subasta CESUR, que era la referencia del precio que pagamos las personas acogidas al mercado regulado. Aun cuando el sistema que la sustituye tampoco es el adecuado. Antes dependíamos de empresas que especulaban con el precio de la energía, y ahora estamos en manos del que hacen las cinco grandes empresas por controlar el precio horario de la energía.
3 . Poner fin al proyecto CASTOR, pero no por su voluntad sino por la repercusión que tuvieron los movimientos sísmicos sobre la población.
4 . Intentar reducir el uso del carbón como fuente energética. Aun cuando después se promovió el uso del carbón nacional, mucho menos eficiente.
¡Caramba! En global nos quedamos con la idea que hay mucha oligarquía gobernando el sistema eléctrico para su interés, y que ni ésta ni el gobierno político están por la labor de la sostenibilidad, que necesitamos tan urgentemente. Esto de la interrumpibilidad tiene un cierto regusto a feudalismo: todos los ciudadanos pagando un "tributo" a los grandes señores eléctricos, porque sí. Bien, quizás haría falta ver los beneficios que tienen estas empresas para matizar, o enfatizar, esta afirmación... Y además, lo más normal es no saber nada de todo esto. Gracias, Som Energia, por explicárnoslo.
Y gracias a todos los y las consumidores/as conscientes que queréis poner vuestro granito de arena contratando la electricidad a Som Energia o a cualquier otra de las comercializadoras que trabajan duro para poner más juicio y renovabilidad en el sistema eléctrico.
Aquí podéis ver algún otro detalle sobre el tema explicado por Gesternova, una empresa (no cooperativa, en este caso) que también produce y comercializa electricidad generada de fuentes renovables. Y aquí el artículo sobre el tema de la revista Energías Renovables.
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