El pan ecológico y local es mejor para el medio ambiente y el mundo rural; hecho con levadura madre y harinas integrales tiene más nutrientes.

La carne de ganadería extensiva es más sostenible; la encontraréis en tiendas ecológicas y carnicerías que vendan carne de indicdores geográficas protegidas o ganaderos conocidos. Comer menos carne es más sano, justo y económico.

Tenemos diferentes opciones de pañales y compresas reutilizables. Para la regla también podemos elegir copas menstruales y esponjas. En caso de usar productos de un solo uso, escojamos los compostables o ecológicos.

Las pinturas sintéticas son las más perjudiciales (si tenemos que tirarlas, llevémoslas al punto de recogida selectiva); utilicemos naturales o minerales y aprovechemoslas al máximo. No hace falta pintar cada dos por tres.

Cuando era pequeño me encantaba ir a la bodega con mis padres. Llevábamos el carro lleno de botellas de vidrio vacías y Cesar o Pilar, los bodegueros, iba apuntando todo lo que sacábamos. Con la llegada de los supermercados este sistema empezó a recular. Yo en esa época me debatía entre ser bodeguero o bombero de mayor. Lo de bombero no lo tengo claro pero no creo que hubiera podido ser bodeguero, ya casi no quedan.

Como os comentábamos en el editorial, la accidentada forma en la que comenzábamos el año nos invitó a hacer una reflexión sobre nuestro camino y los retos que afrontamos desde el CRIC y Opcions. Hemos disfrutado leyendo las reflexiones que habéis dejado en nuestra web y os agradecemos la participación y el apoyo. Para este Diván especial hemos tenido que seleccionar sólo algunas por razones de espacio, pero el resto están disponibles en la web. Comenzamos por compartir las preguntas que nosotros mismos nos hacemos.

Ropa justa, tejanos sanos; el insostenible consumo energético del sistema alimentario; ya es posible energía 100% renovable en casa; ¿cómo explicar que tras 60 años de cooperación internacional el mundo de los empobrecidos no haya mejorado?; por unos impuestos a las transacciones financieras y la supresión de los paraísos fiscales; piezas de la ciudad agroecológica; comprar, tirar, comprar; por el consumo responsable de material infantil; ¡semillas libres y soberanía alimentaria!

En nuestra cultura reciente la leche de vaca ha sido un alimento considerado imprescindible, tanto gastronómica como nutricionalmente hablando. Sin embargo, en los últimos años aumenta el número de personas que intentan reducir o eliminar su consumo. En cualquier caso, nos cuesta imaginar un desayuno o una bechamel… ¡sin leche!, de ahí el aumento de las ventas de sustitutos. En el texto analizamos qué nos aportan las "leches vegetales" y diferentes opciones existentes a la hora de consumirlas.

Versión ampliada del artículo publicado en la revista, aquí.