Skip to main content

¿Y a quién le echo yo la culpa?

Publicado en este número:

Que nuestra forma de funcionar causa perjuicios al medio en que vivimos, y por lo tanto a nuestro bienestar futuro, es una evidencia que hoy no se cuestiona. Pese a esto, la inercia que nos hace seguir funcionando del mismo modo continúa siendo más fuerte que el impulso para reorientarnos hacia sistemas sostenibles. El autor hace una reflexión sobre el arte de conciliar contradicciones entre los principios y las prácticas cotidianas.

Compártelo y participa en la conversación