Hace años, casi la mejor noticia que te podían dar acerca de un objeto era "te va a durar toda la vida"; ello generaba tranquilidad y satisfacción por disponer de un bien valioso. Hoy, en nuestro mundo esta frase suena a chino porque no se concibe no sustituir cualquier objeto regularmente. Este artículo es un breve extracto de un capítulo del libro Ecodiseño, hacia un diseño y una producción en armonía con la naturaleza (en proceso de edición) donde se muestran algunas de las prácticas que hacen que las cosas se conviertan rápidamente en inútiles.
Podéis leer más información en el artículo: "Obsolescencia: Mejor cuanto más malo"