Skip to main content

Consumo consciente de calefacción

Publicado en este número:

No podemos ni podremos disponer de tanta energía como en las últimas décadas. Para no derrocharla, aislemos bien nuestra casa, teniendo cuidado de no crear puentes térmicos.

¿Sabías que si estás a menos de un metro de una superficie fría no terminarás de estar bien, por pequeña que sea y por mucho que subas la calefacción?

¿Sabías que el aire siempre se mueve de un lugar frío hacia el lugar caliente? Por esto por una rendija de la ventana, o por debajo de la puerta, el aire entra...

Si no vamos en mangas de camisa nos bastará con 20º o 21º donde estemos parados, y alguno menos donde estemos activos. Démonos la compañía de una infusión, una sopa, una mantita en el sofá...

Si queremos calefacción, pongamos suelo radiante o radiadores con mucha superficie, con cabezales termostáticos mecánicos en cada uno. Si queremos tener sólo una estancia caliente donde haremos vida en invierno, nos bastará con algunas estufas.

Por la noche, quizás es mejor apagar la calefacción que bajarla.

Si abusamos de la biomasa pondremos en riesgo los bosques. Los bosques españoles todavía están lejos de ser sobreexplotados, pero hay que estar alerta.

Las bombas de calor eléctricas, que nos dan más energía de la que gastan, son la opción más sostenible en muchas zonas climáticas.

Pero generando electricidad a partir de fuentes no renovables, más de la mitad de la energía empleada se pierde, mientras que generándola a partir de fuentes renovables obtenemos el triple de la empleada. Por eso es importante participar en iniciativas y luchas para acelerar la generación de electricidad renovable y distribuída.

 

FE DE ERRATAS: en la página 10, en la gráfica Consumo de energía, las cifras del eje vertical se tienen que multiplicar por 100.

Y una reflexión sobre la pobreza energética desde la óptica del consumo consciente aquí.

Compártelo y participa en la conversación